Bañarse con el tiburón blanco en Sudáfrica es una experiencia única en el mundo.
A continuación os explicamos el dónde, cuándo, cómo y con quién.
TABLA DE CONTENIDO
1 El mejor lugar para bañarse con el tiburón blanco
2 La mejor época para bañarse con el tiburón blanco
3 La experiencia de bañarse con el tiburón blanco
5 Con quien contratar la excursión para bañarse con el tiburón blanco
1. El mejor lugar para bañarse con el tiburón blanco

Sin duda el mejor lugar para bañarse con el tiburón blanco es en Gansbaai , Sudáfrica.
Esta población se encuentra a unos 160 km, a unas 02:15 horas de Ciudad del Cabo y a 42 minutos desde Hermanus, famosa ésta última por los avistamientos de ballenas francas australes entre julio y noviembre.
Los tours para bañarse con el tiburón blanco suelen ser a primera hora de la mañana. De no alojarse la noche anterior en Gansbaai, Hermanus es muy buena opción para pernoctar ya que se encuentra a sólo 40 minutos en coche de Gansbaai.
2. La mejor época para bañarse con el tiburón blanco
La mejor época para bañarse con el tiburón blanco en Sudáfrica es entre mayo y septiembre. El motivo principal de la abundancia de tiburones blancos en esta zona son las focas, un manjar para ellos. Además, durante estos meses, la visibilidad es mayor porque hay menos algas flotando.
3. La experiencia de bañarse con el tiburón blanco
Esta alucinante experiencia empieza a las 06:00 de la mañana desde el puerto de Kleinbaai. La duración es de unas 3 o 4 horas en función de las condiciones del mar. La tarde anterior, la empresa contratada, se comunica vía mail o teléfono, para indicaros la hora en la que tenéis que estar en su establecimiento para reuniros con la tripulación.
Una vez allí, tras realizar el pago y desayunar, empieza el briefing o charla informativa donde te explican las medidas de seguridad, la ruta y la vida marina que podemos encontrar. La navegación puede ser algo movida, no está de más prevenir los mareos con biodramina. Por lo que pudimos ver, mucha gente se empezó a marear cuando el barco se detuvo para tirar cebo y así atraer a los tiburones.



Por lo que nuestro consejo para bañarse con el tiburón blancoe n Sudáfrica, es entrar en la jaula en la primera o segunda tanda, ya que si esperas mucho más, tienes más posibilidades de marearte. La empresa te facilita todo el material: Chaquetas, botines, gafas, neopreno de 7mm seco y limpio. El agua está fría pero se aguanta bien. Al acabar te proporcionan toallas para secarte, también a bordo te ofrecen bebidas, fruta, panecillos etc.
La jaula es de acero galvanizado de 12 mm. Caben un máximo de 8 personas. Es flotante y está unida a la embarcación en todo momento, por lo que los tiburones no pueden entrar. Vamos que es segura. Aunque cuando estés dentro, seguro que te lo vuelves a preguntar: ¿Seguro que es segura?



No estarás a más de medio metro por debajo del agua. Simplemente has de coger aire, sumergirte, y volver a sacar la cabeza para respirar. No se requiere ningún tipo de experiencia.
En el interior de la jaula hay unas barras agarraderas para cogerte sin tener que sacar las manos ni los pies. De hecho está prohibido. No obstante nosotras coincidimos con unos vascos y escuchamos como uno de ellos gritaba: «Patxi, Patxi, lo he tocado»



El barco sale del puerto rumbo isla Dyer, que se encuentra a 8 km de la costa. Allí se puede ver el pingüino africano y diversas aves migratorias. Cerca está Geyser Rock, donde veréis el principal motivo por el que hay tiburones en la zona: Las focas.
El barco fondea en un canal llamado Shark Alley situado entre las islas Dyer Island y Geyser Rock. Estas islas están llenas de leones marinos, focas, pingüinos Jackass.
De julio a noviembre también se pueden ver las ballenas francas australes.
Desde arriba, la tripulación utiliza unos palos , tipo cañas, con el cebo atado a la punta. Lo acercan a la jaula para que el tiburón se aproxime.
El agua está algo turbia por lo que no puedes ver nada mucho más allá de un metro. Cuando aparece el tiburón blanco lo tienes justo enfrente, las sensaciones que experimentamos fueron de: terror, excitación, emoción. En tu mente no parará de sonar la canción de la película de Spielberg… Tun tun , tun tun, Tun tun… .
Al verlo, lo primero que se te clava es su mirada. Sus ojos tienen una membrana de protección llamada membrana nictitante, que es una capa de tejido que se abre y se cierra. Luego está la temible boca. Cuando la abre tan cerca te quedas sin aliento, por lo que tienes que salir a respirar. Pero sólo un instante, porque la atracción hacia este animal fascina y no puedes parar de observarlo. En el interior de la jaula permaneces un rato, no recuerdo exactamente cuánto, pero suficiente como para salir con una gran sonrisa.
No todo el mundo que va en el barco se mete en la jaula, por lo que al final, cuando han pasado todos, dejan repetir.. Si no te quieres meter en la jaula no hay problema. Desde el barco puedes ver perfectamente los tiburones como sacan la cabeza para coger el cebo con la boca. ¿El tamaño importa? Sinceramente, desde dentro de la jaula lo que menos aprecias es el tamaño del escualo, ya que sólo estas pendiente de sus movimientos y su boca. Desde arriba, si se aprecia bien el tamaño y la verdad es que son bastante grandes.



Bañarse con el tiburón blanco es una experiencia fascinante que recordareis toda vida. Después de esto, la próxima vez que os metáis en el océano, no volverá a ser lo mismo. Esto último lo digo para bien.
4. Qué llevar
- Aplicación en el móvil «Maps.me» para llegar al destino sin necesidad de tener internet.
- Ropa de abrigo
- Cámara de fotos
- Protección solar
- Biodramina
- Cámara de fotos
- Ropa de baño
- Muda de recambio
- Gorra
- Mochila
- Prismáticos
5.Con quien contratar la excursión para bañarse con el tiburón blanco
Nosotras después de buscar y rebuscar, la empresa elegimos fue: Great White Shark Tours. La verdad es que todo fue perfecto. Además te devuelven el dinero si no ves tiburones, con lo que es un plus extra. Cuesta unos 116 euros por persona.


